jueves, 17 de agosto de 2023

El Sol, el Halcón, la Cobra y el Automovil Japonés

¿Qué tienen en común una estrella tipo G de ciclo medio, el falcon bicarium, la naja haje y la nueva y sensual CX-7?

Durante las fuertes lluvias de abril, el Nilo se inunde durante Julio, antes de comenzar el mortal y seco verano. Es importantísimo entender la diferencia del culto al sol como patrón divino al miedo de sus efectos devastadores. El sol como deidad puede verse en Ra, pero las condiciones climáticas adversas presenciadas en verano por la inclemencia del sol se deifican en Sekhmet, diosa de la guerra e hija de Ra que representa la furia vengadora de su padre.

El halcón borní (falco biarmicus) nativo del norte de áfrica se reproduce entre los meses de febrero y mayo, y el tiempo de gestación de los huevos puede ser hasta 30 días, rompiendo los polluelos el cascaron en el mes de julio, justo cuando empieza la peor parte del verano. Para los egipcios, el halcón representaba la protección del sol de verano, pues cubre a sus polluelos del sol con sus alas y deificaron al halcón en el hijo de Isis y Osiris: Horus.

 

Por otro lado, las cobras egipcias se reproducen justo cuando empieza el calor pues es cuando tienen más comida y recursos disponibles, y su periodo de gestación puede durar desde dos hasta tres meses. Las cobras se convirtieron en símbolos de renacimiento, pues entran y salen de la tierra, así como el sol; y su posición erguida cuando está frente al peligro se asoció con la protección. 

La antropomorfización, o deificación, de la serpiente toma su figura en Wadjet, una diosa protectora del Bajo Egipto. El úreo es este pequeño ícono de una serpiente en la corona del faraón y se considera la aprobación de los dioses para que el faraón reine sobre Egipto.

 

La combinación del halcón, la serpiente y el sol se llama behdety, o habitante de Behdet, pues Horus era el dios del cielo de Behdet, una ciudad del bajo Egipto. El uso más antiguo que conocemos de este símbolo es en un peine de marfil del 3000aC, y continuó siendo usado durante muchos siglos durante el reino de Egipto.

Mil años después, en la vecina Mesopotamia, durante el periodo Sargónico, los sumerios adoraban a Shamash, el dios del sol, y le representaban con un círculo y cuatro picos a cada lado, con unas líneas onduladas saliendo de las diagonales. A diferencia de Egipto, el sol no era visto como el patrón de los dioses, si no como un dispensador de justicia. En el caso de Mesopotamia, la complicada relación entre dioses ocasionada por la constante conquista y reconquista de Sumerios, Asirios, Babilonios, Amoritas y otras civilizaciones causó algo llamado sincretismo religioso. Cuando una ciudad era conquistada, el dios patrono de la ciudad victoriosa solía asumir los poderes y cargos del dios vencido. Este es el caso de Shamash y Ashur. 

El dios Asirio, también llamado Assur, era originalmente un dios local cuyo cargo eran las montañas, con la expansión del imperio Asirio, los pequeños templos para Shamash fueron absorbidos por Assur, y este dios local poco a poco se fue convirtiendo en el dios patrono del panteón asirio. En la ciudad de Nimrod podemos ver una de sus placas, donde se le representa con el disco solar y el sol de Shamash. Es interesante notar que se le representa con un arco, posiblemente un arco compuesto, pues era un arma muy común en Mesopotamia no sólo por su utilidad al combinarla con carruajes, si no como un icono de la realeza que practicaba la caza deportiva de leones. Una vez más, vemos el calendario animal en función, pues en Mesopotamia el león de montaña se reproduce en los meses más calurosos y fue por esto que se tomó la figura del felino para representar la muerte y se le deificó en Nergal. El sol alado de Ashur se utilizó entonces para representar no sólo al dios si no como símbolo de realeza, de nuevo, el derecho divino a gobernar, y continuó en uso durante el imperio Neo-Asirio hasta mediados del sIXaC.

Avanzamos tres siglos en la historia del mundo antiguo hacia el extremadamente expansivo imperio aqueménida, que adoptó el sol alado y su connotación divina. El imperio aqueménida es de origen iraní, y practicaban una religión que hoy llamamos Zoroastrismo, en honor a su profeta Zaratustra. Su nombre original parte del idioma avéstico utilizado por los iraníes hace 3500 años, y era Mazdayasna, que significa adoración de Mazda, dios de la sabiduría. Otro nombre para la religión es Behdin, o "la buen practica", que, aunque parte de las lenguas indoeuropeas y no tiene nada que ver con la lengua Egipcia Afroasiática, no deja de recordarme a Behdet, que algunos egiptólogos piensan que significa "unir".

El origen del zoroastrismo y de Zaratustra es incierto, pero cierta evidencia parece indicar que el profeta tuvo su origen en la Irán neolítica, casi 2000 años antes de cristo. Durante la prehistoria, los pueblos originales de irán practicaban un politeísmo que Zaratustra reformó en un monoteísmo que adoraba a un único dios llamado Ahura Mazda. Esta fue la primera religión en conceptualmente definir la dualidad de "bien y mal", siendo Mazda el bien y Ahriman (la evolución del león desértico deificado en el dios asirio Nergal) el mal.

La antiquísima influencia del zoroastrismo se extendió tanto por Asia durante el sIXaC, que inspiró religiones chamánicas orientales e incluso al taoísmo chino. Se dice que algunos magos (sacerdotes de Zoroastro) sirvieron en la corte de Zhou, durante el sVIIaC. Mas adelante será importante recordar este dato. 

Cuando el imperio aqueménida se extendió sobre los territorios previamente asirios durante el sVIIaC, adoptaron el disco alado de Ashur y le proporcionaron sus propias interpretaciones espirituales. Empezamos con el hecho de que faravahar viene de la palabra avéstica fravaṣ̌i que significa espíritu. Los iraníes creían que el espíritu enviaba al "alma" a la tierra a luchar contra el mal en un ciclo de reencarnación constante.

  • Las alas extendidas representan las tres fuerzas del bien: buenos pensamientos, palabras y acciones
  • Los tres niveles de la cola representan las fuerzas del mal: malos pensamientos, palabras y acciones
  • El anillo central que antes era el sol ahora representa a la eternidad del universo y de la fravaṣ̌i, o el espíritu
  • El hombre volteado a la izquierda representa la sabiduría de la edad (Ahura Mazda)
  • La mano derecha alzada representa la elección del camino correcto
  • El nillo en la mano izquierda representa los compromisos y promesas
  • El listón de la izquierda representa la energía positiva
  • El listón de la derecha representa la energía negativa

El zoroastrismo fue tan influyente en el imperio Aqueménida, que cada rey tenía a su servicio a los magos, que eran la sexta tribu de los iraníes, y siguieron sirviendo al imperio Persa después de que Cyro el Grande unificó a los aqueménidas y al imperio iraní (que el resto del mundo llamaba imperio Medo). Persía continuó utilizando el faravahar para representar no sólo a su dios si no a sus reyes hasta que el imperio de Darius III fue conquistado en el 334aC por Alejandro Magno.

Aunque el imperio helénico de Alejandro Magno dominó Egipto, Persia y Babilonia y con ello los símbolos del sol alado, en medio oriente la influencia de Zarathustra siguió vigente. Recordemos que los magos iraníes llegaron a China aproximadamente durante el sIXaC, y su influencia en la corte de la dinastía Zhou se impregnó en la cultura popular durante todo un milenio. Durante mil años, los emperadores permitieron la construcción de templos zoroastrianos para atraer el comercio foráneo a su nación, sin embargo, la influencia religiosa de los magos se fue acabando hasta casi llegar al olvido después de varios siglos.

Para el sIX después de cristo, otra religión, el budhismo, se había extendido tanto en China que comenzó a representar un problema: la exención de impuestos. El famoso filósofo Confucio intentó promover reformas al budismo para que los monjes y monjas volvieran a la vida civil y pagaran impuestos, pero no fue suficientemente para la realeza. Debido a esto, el emperador Wuzong de la dinastía Tang, quien era un devoto taoísta, llevó a cabo una purga desde 840 hasta 845 de nuestra era contra todas las religiones foráneas, entre ellas el budismo, cristianismo y el zoroastrismo.

Un poco más al este, en el archipiélago que hoy llamamos Japón, se han encontrado solamente tres fuentes que evidencian la influencia de los iraníes y persas en la sociedad japonesa. Durante el sVIIdC, la prefectura de Nara era una metrópoli étnicamente diversa, parte de la Ruta de la Seda que se extendía desde Japón, China y por todo Medio Oriente hasta Egipto y Constantinopla.

Una tablilla de madera inscrita de esta época cuenta sobre un oficial persa que enseñaba matemáticas, y admiraba las habilidades iraníes para los números. También, durante esta época, el segundo libro más antiguo de historia japona, él Nihon Shoki, cuenta sobre un barco llegado de Tokhara, una ciudad que en medio oriente era conocida como Tokharistán. Esta ciudad pertenecía al Imperio Sasánida, que fue él último imperio iraní antes de las conquistas musulmanas del 632dC.

Casi trece siglos después, Jujiro Matsuda fundó una fábrica de corchos llamada Toyo Cork Kogyo en la ciudad de Hiroshima hacia 1920.

Para 1931, Toyo Kogyo habia pasado de fabricar corchos, a maquinaria para herramienta, a vehículos, e introdujo el Mazda Go, una versión motorizada del tuk-tuk tradicional.

Se dice que Jujiro tenía un profundo respeto por el zoroastrismo, pues consideraba al dios Mazda como el comienzo de la civilización oriental y occidental. En 1936 se produce el primer logo y branding oficial que incluye la palabra Mazda, y las alas de 3 niveles que combinaban al monte Fuji, las tres M del alfabeto latino en Mazda Motor Manufacturer, y una variación del apellido del fundador Matsuda.


Durante la segunda guerra mundial, Toyo Kogyo producía armas para el ejercito japonés, y fue el 6 de agosto de 1945, durante el cumpleaños 70 de Jujiro, que salió por su tradicional corte de pelo de cumpleaños. El peluquero abría a las 730 y Matsuda, al estilo japones empresarial, quería ser el primero en entrar para empezar su muy ocupado día. Otro potencial cliente tuvo la misma idea, por lo que Matsuda se le adelantó a su competencia y puso el pie primero en el local.

Gracias a esta pequeña diferencia de 30 minutos, Matsuda estaba en su auto a 3.5 millas de Hiroshima cuando la primera bomba atómica, Little Boy, detonó sobre la ciudad. El carro del empresario japonés se volcó con la onda expansiva, pero afortunadamente no fue parte de las 135,000 victimas que fallecieron a causa de la explosión y la radiación. Jujiro se retiró en 1954 y murió tres meses después a la edad de 76 años.

Treinta años más tarde, después de muchos modelos de carros nombrados Mazda, la compañía oficialmente cambio su nombre de Tokyo Kogyo a Mazda, y en 1997 cambiaron al logo que conocemos hoy en día, inspirándose en las alas del halcón borní y el disco solar.