Toda la vida se convierte en un momento de dejar ir.
Dejarse ir a uno mismo, dejar ir algo, o alguien más.
La muerte que más duele es la muerte del momento.
Toda nuestra vida, todas nuestras memorias, son momentos, y ver la muerte del pasado reflejado en los ojos del presente, ESO es aterrador.
Ver a los ojos a un amor que a duras penas te mira, que difícilmente te reconoce, es escalofriante.
La vida es dejar ir, porque uno debe dejar fluir los sentimientos, a pesar de lo que nos aterre. La vida es conocer, es curiosidad, es ir al todo por el todo. La vida carece de sentido cuando no nos ponemos al filo de la navaja, la vida es innerte cuando no deseamos ponernos al borde del acantilado, cuando no cortejamos a la muerte buscando nuestros limites.
Dejarse ir, lo es todo. Déjate ir, y jamás tendrás remordimientos. Encuentra la belleza en las lágrimas, en los sollozos. Encuentra la felicidad en el enojo, el valor en en el miedo. Encuentra la vida en la muerte, y jamás te atormentarás con el "hubiera".