domingo, 13 de abril de 2025

TDAH, Autismo, y Chistes Espontáneos: ¿Bendición o Maldición?

Redes Neuronales y Sinapsis 
Las sinapsis neuronales son procesos biológicos encargados de transmitir información de una neurona a otra, y ocurren en distintas áreas del cerebro que tienen diferentes funciones y relaciones especificas entre sí, formando lo que se llaman redes neuronales.

Cuando intentamos enfocarnos en una tarea, utilizamos la red ejecutiva central (CEN), que incluye la corteza prefrontal y los ganglios basales, estos regulan la capacidad para enfocarse, la gestión emocional, la memoria de trabajo, recordar instrucciones, inhibición de impulsos y en el caso de los ganglios basales, manejan el aprendizaje y selección de acciones basado en recompensas o motivación (dopamina). 

Cuando no estamos enfocados en tareas externas, o estamos fantaseando, planificando a futuro, o haciendo introspección, usamos la red neuronal por defecto (DMN). La red de saliencia (RS) es la encargada de cambiar entre DMN y CEN.

Durante una sinapsis, en la hendidura sináptica se consumen los neurotransmisores dopamina y noradrenalina. La dopamina puede considerarse como la hormona de la motivación, necesaria para iniciar una tarea, y la noradrenalina es necesaria para mantenerse prolongadamente en la misma tarea ya iniciada. 

Cuando la dopamina y noradrenalina ya no son necesarias, son recaptadas por los transportadores de dopamina (DAT) y noradrenalina (NET) para ser reciclados en otras sinapsis o degradados enzimáticamente en la neurona que los liberó originalmente, lo cual regula la duración e intensidad de las señales neuronales. 

¿Como (dis)funciona un cerebro con TDAH?
En el caso del TDAH, el DMN está sobre estimulado constantemente, lo cual significa que una gran cantidad de sinapsis están ocurriendo constantemente en este tipo de actividades internas y quedan menos recursos para las sinapsis que deben ocurrir en otras áreas del cerebro.

Debido a la falta de neurotransmisores, la red saliente tiene dificultad para operar, por lo que hay una menor conectividad entre el CEN y el DMN y por tanto, cuando el CEN debería estar funcionando prolongadamente, es interferida por la actividad excesiva del DMN, por lo cual se cuelan pensamientos intrusivos, o introspectivos, o simplemente no se sostiene la activación del CEN.

Las personas con TDAH tienen el gen del transportador de dopamina (DAT1) sobre expresado, lo cual significa que es más abundante y más rápido que en personas sin TDAH. Añadiendo a esto que en el TDAH la producción total de dopamina es menor y más lenta que en personas sin TDAH, tenemos el doble problema de que, si los transportadores actúan demasiado rápido al retirar la poca dopamina de la sinapsis neuronal, los neurotransmisores no permanecen el suficiente tiempo en la sinapsis para que sea efectiva, esto es, no es posible mantener el enfoque en una tarea externa, gestionar las emociones, o reducir la impulsividad.

¿Qué hace el metilfenidato?
El metilfenidato bloquea los transportadores de dopamina (DAT) y noradrenalina (NET) de recaptar la dopamina y noradrenalina por lo que los neurotransmisores pasan más tiempo en la sinapsis, prolongando su acción y mejorando la transmisión neuronal.

Esto fortalece la señal neuronal relevante y reduce el "ruido" de estímulos irrelevantes, facilitando la concentración y disminuyendo la distracción 

El metilfenidato también regula la hiperactividad del DMN y bloquea los transportadores de neurotransmisores, lo cual permite a la red saliente y la red ejecutiva disponer de esta dopamina y noradrenalina más abundante y tomar las riendas del enfoque y la regulación cognitiva y emocional cuando una tarea externa lo requiere.

¿Cómo juega el TDAH en la capacidad para hacer chistes rápidos?
La habilidad para hacer chistes o juegos de palabras rápidos durante una conversación puede estar influenciada por las características neurobiológicas del TDAH. Aunque el TDAH se asocia comúnmente con dificultades de atención e impulsividad, también puede estar relacionado con una mayor creatividad y pensamiento divergente o no lineal.

La disfunción de neurotransmisores como dopamina y noradrenalina puede contribuir a una búsqueda constante de estímulos nuevos y gratificantes, lo que fomentaría la creatividad y la producción de ideas novedosas, como chistes y juegos de palabras, de manera espontánea durante las conversaciones.​

Al tener un DMN más activo, se presentan pensamientos espontáneos y una mayor fluidez verbal interna, ocasionando saltos entre imágenes o conceptos mentales no lineales. En lugar de activar la CEN, que se encargaría del pensamiento lógico y enfocado, el TDAH conecta redes neuronales emocionales, verbales y visuales facilitando la asociación inusual de conceptos, juegos de palabras, humor creativo y saltos mentales.

Además, la impulsividad característica del TDAH puede llevar a expresar respuestas rápidas y creativas, ya que la persona tiende a procesar sus pensamientos no lineales sin filtrarlos cognitivamente como una persona sin TDAH.​

¿Autismo y juegos de palabras?
Por si no fuera suficiene lidiar con el TDAH, ahora que el DSM-5 ha retirado el diagnóstico de Aspergers y lo unió al trastorno de espectro autista, es importante destacar la fascinación que estas personas tienen con los juegos de palabras.

Famosos por no saber reconocer señas sociales, sarcasmos o gestos emocionales, uno de los tipos de humor preferidos por personas con TEA es el que juega con la estructura del lenguaje.

La estructura cognitiva del idioma permite tener estas asociaciones no lineales con función humorística que satisface la necesidad de la novedad al dar un giro a las reglas, significados o expectativas de las palabras. Esto proveería una fuente casi inagotable de estimulo y gratificación inmediata dentro del contexto de conversaciones grupales, si bien a expenzas de irrumpir en el ritmo o el hilo de respuestas, o incluso ser ofensivo por pensar únicamente en el juego lingüistico y no en el contexto social o emocional en el que se desarrolla el chiste.

¿Bendición o maldición?

Una persona con TDAH tiene problemas no sólo para concentrarse en instrucciones o tareas continuas, si no para mantenerse atento a una conversación prolongada de un mismo tema en el que no tiene interés. En ambientes grupales esto puede reflejarse como estar ausente, disociado, o pensando en todo menos en el tema que está siendo discutido. Aunque un estímulo de alguna palabra mencionada puede funcionar como catalista para toda esta serie de procesos neuroquímicos que lo llevan a insertar un juego de palabras en búsqueda de una gratificación inmediata dada la falta de regulación de dopamina y noradrenalina.

Cada persona vive su TDAH de manera diferente, y como en gustos se rompen géneros es difícil hacer una aseveración universal sobre cómo se percibe la incapacidad para mantener conversaciones triviales o de poco interés y sólo poder socializar a base de estas asociaciones no lineales. Muy posiblemente si alguien tiene TDAH no sentirá esa culpa o peso social si se rodea de un ambiente que estimule su atención y lo mantenga continuamente atento sin tener que recurrir a esa ensoñación o escapismo en el DMN.

El efecto del metilfenidato puede subsanar este sintoma al enfocar al paciente y ayudarlo a mantener la atención en la conversación, el alcohol tiene un efecto tambien positivo al liberar dopamina y sensibilizar los receptores, atenuando la necesidad de buscar la hormona haciendo chistes ad-hoc.

Sin embargo, presentan obstaculos posiblemente mayores, pues el hiperenfocarse en algo que le desagrada a uno puede hacerlo menos tolerante al ambiente si no tiene esa estrategia de disociación disponible, o en el caso del alcohol, disminuye aún más las capacidades del ya debilitado CEN para filtrar cognitivamente comentarios que puedan ser inapropiados para otros pero graciosos para el tedeachoso con asperger.

Cuando uno sufre de ambos, TDAH y TEA, a veces uno pudiera sentir que socializar es una tarea de supervivencia, como un juego de plataformas en el que tienes que saltar de chiste en chiste para lograr llegar al final de la noche sin parecer un antisocial y enfrentar la conocida hiper sensibilidad al rechazo de la que padecen ambas condiciones.


Fuentes:

  • El sindrome de Asperger: Intervenciones psicoeducativas. https://www.aspergeraragon.org.es/wordpress/wp-content/uploads/2017/01/Asperger-inter.pdf?utm_source=chatgpt.com
  • Comité de Medicamentos. (2020, 01 de Diciembre). Ficha de Metilfenidato. Asociación Española de Pediatría. https://www.aeped.es/comite-medicamentos/pediamecum/metilfenidato
  • P H Santos, R Goncalves, S Pedroso. (2019, 16 de Mayo) How does methylphenidate affect default mode network? A systematic review. PubMED. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31070233/
  • R Coruña. (03/10/2024). TDAH en mujeres, una realidad silenciosa. Ser. https://cadenaser.com/galicia/2024/10/03/tdah-en-mujeres-una-realidad-silenciosa-radio-coruna/
  • Bases Biológicas del TDAH, Detección Temprana y Tratamiento Multidisciplinar (Parte I). Fundación Cadah. https://www.fundacioncadah.org/web/articulo/bases-biologicas-del-tdah-y-deteccion-temprana-tratamiento-multidisciplinar-parte.html
  • C. Serrano (2025, 23 de Enero) Neurotransmisores inhibidores. KenHub. https://www.kenhub.com/es/library/fisiologia/neurotransmisores-inhibidores
  • La Función Cognitiva de los Ganglios Basales. Stroke Therapy Revolution. https://www.stroke-therapy-revolution.es/la-funcion-cognitiva-de-los-ganglios-basales
  • LG Almeida, J Ricardo-Garcell, H Prado, R Martínez. (2009, Diciembre). Structural brain alterations in attention–deficit/hyperactivity disorder: an update. Salud Ment vol.32 no.6 México nov./dic. 2009. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-33252009000600008&script=sci_arttext
  • F Wilkins. How Is the ADHD Brain Different?. Child Mind Institute. https://childmind.org/article/how-is-the-adhd-brain-different/
  • R Oorosa (2024, 16 de Octubre) Psicología de la Supervivencia: La Red Neuronal por Defecto, un Mecanismo Cerebral Clave. Orosa Aventura. https://www.orosaaventura.com/psicologia-de-la-supervivencia-la-red-neuronal-por-defecto-un-mecanismo-cerebral-clave/?srsltid=AfmBOooM72C4H_f-yZRwPUOk-QR3eFr825xHqn_lZ9v1RcjZYvax-brd
  • Rubio-Morell , R. Martín-González , O. Herreros-Rodríguez , P.A. González-Pérez , S. Hernández-Expósito , I. Quintero-Fuentes , R. Gracia-Marco. (2008). Evaluación neuropsicológica de la eficacia del metilfenidato-OROS en el trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Neurologia.com https://www.neurologia.com/46/10/10.33588/rn.4610.2008132

domingo, 9 de marzo de 2025

El Bufón y la Torre

El aullido se hizo escuchar, sonaba lejano, como si atravesara cerros y bosques antes de llegar a mí.

Qué raro, nunca había escuchado un aullido en mi vida. Exacto ¿porqué escucharía un aullido? Aquí no hay lobos. Ahora que lo pienso, ¿dónde es aquí? El aullido otra vez

Me desamodorré, erguido en mi cama noté que el dormitorio se encontraba a obscuras, iluminado únicamente por la luz de luna asomándose por el ventanal a la izquierda de las camas

Mi hermano menor dormía en la otra cama junto a mí, como había hecho siempre. No se había percatado del aullido, y roncaba plácidamente. Además de las dos camas, la habitación parecía completamente vacía, el piso de madera viejo y azulado rechinaba con cada movimiento y silbido del viento que se colaba entre sus grietas.

La recamara estaba delimitada hacia la derecha y hacia enfrente por un muro bajo de madera y sobre él una ventana cuadriculada hasta el techo. Más bien parecía las ventanas de un sanatorio mental, o algún lugar de hospicio donde los guardias deben poder vigilar a los internos contenidos en la habitación.

Bajé de la cama y me acerqué en cuclillas hacia el muro opuesto a la ventana, escondido en la oscuridad. silencioso como una sombra, evitando despertar a mi hermano.

Detrás del vitral, un pasillo en L rodeaba el dormitorio, a la derecha de las camas se encontraba la salida, pero la puerta habia sido abierta a la fuerza, y trozos de ella se habían caído de la ojiva y del marco. Por la abertura de la puerta se alcanzaba a ver un cielo estrellado y las copas de los árboles que rodeaban la torre ondeando en el viento. Una torre muy alta. ¿Una prisión? Alguien logró no sólo subir, si no entrar. Un intruso.

Presioné mi espalda contra la celosía de cristal para esconderme y escanear con la vista la vuelta del pasillo. Todo se encontraba a oscuras, la luz alcanzaba a iluminar únicamente el centro del dormitorio.

Caminé en cuclillas pasando los pies de las camas, evitando ser iluminado por la ventana, y asomé mi cara sobre el muro bajo de madera. Mi corazón se detuvo.

Del otro lado del vitral, un hombre vestido con un leotardo verde me devolvió la mirada. También en cuclillas, blandía una daga alzada en su mano derecha, y una sonrisa predatoria que me heló la sangre. Su cara estaba cubierta por una mascara blanca en forma de estrella, llena de cascabeles y adornos dorados. La estrella blanca cubría la parte superior de su rostro, evidenciando su sonrisa de oreja a oreja. Sus ojos, fijos en mi, dos pozos negros sin fondo que me hubieran comido de no haber sido por el muro de cristal. El bufón sonrió aún más, dejando ver sus dientes malformados y amarillentos.

Un arma. Intenté sacar uno de los cuadros de cristal del muro para romperlo y usarlo como filo, pero al empujar el cristal, cayó del otro lado, a los pies del bufón.

Que idiota soy. Al delatar mi intención, y desprovisto de defensa, me di cuenta que necesitaría la ayuda de mi hermano o, por lo menos, alertarlo de la situación. Gateé en reversa hacia su cama, alcé mi mano para buscar su pierna y despertarlo. Sí, mi hermano es inteligente, grande, y fuerte; él siempre sabe qué hacer, él tiene contentos a nuestros papás. Dos contra uno es suficiente. Mi mano toco su pie.

Desperté.

"El carnaval ha vuelto por ti", susurró la luna, que ahora hacia brillar mi blanca pijama a rayas entre las sombras. "Siempre ha sido tu contra ti. Te encierras, te aíslas, y cuando no soportas más el estancamiento de tu procrastinación, rompes con todo".

Hace dos años, cuando Karsk, el centauro leonino que mantenía prisionero a mi espíritu en la montaña casi me comía,  inicié mi descenso al inframundo. A lo largo de la rocosa playa podía ver los languidecientes restos de almas resistiendose a desaparecer, gimiendo y dando brazadas para no sucumbir a la marea del inframundo.

Los pescadores de almas lanzaban sus redes al mar, atrapando incautos espiritus. No parecían prestarme atención, cada uno con cuatro brazos lanzaba dos redes con cada par, vestían sombreros rojos, grandes y redondos hechos de palma, pasé detrás de ello esperando no descubrieran mi prescencia.

Al final del camino pude ver un carnaval etéreo: juglares y ruedas de la fortuna, puestos de comidas y juegos de azar, malabaristas y charlatanes. Un mundo tan nuevo como extenso. Fue un sentimiento sobrecogedor, era demasiado para mi, demasiado que ver, demasiado que hacer, demasiado que podía salir mal en cualquier momento en cualquier lugar. El miedo a lo desconocido se siente igual a la emoción del descubrimiento. Lo único que cambia es nuestra definición de la sensación. Era necesario dejar la montaña.

Había olvidado la visión. Había elegido volver a la montaña y encerrarme en la torre, lo seguro, lo aislado, lo familiar. Pero el bufón logró encontrarme, y esta vez no se conformaría con una visión fantasmal del poder ser. Era hora de romper con todo, permanentemente, a toda costa.

¿Cuál era la intención de su daga?

¿Qué hubiera hecho yo con el pedazo de cristal?

¿Qué hubiera sido de mi hermano?

¿Por qué me despertó el lobo?

¿Por qué una máscara de estrella con cascabeles y un traje verde?