Pan significa todo, como panteísmo, "todos los dioses" o pangea, "toda la tierra". Tiene mucho sentido que el sátiro Pan fuera el dios de la naturaleza salvaje y las montañas inexploradas (el todo desconocido). Pero también fue dios de los pastores y la música rústica, creador de la crítica teatral y el impromptu (música improvisada, básicamente). Los antiguos romanos creían que su contraparte era Fauno, dios de la naturaleza fértil, los bosques frutales, las planicies y campos: la naturaleza explorada.
Pan de Mikhail Vrubel - 1900 |
Se piensa que el nombre de Pan viene del proto-indoeuropeo Péhuson, una deidad pastoral de cuyo nombre procede el término de 'pastar'. Uno de los mitos sobre su nacimiento cuenta como el dios solar Apollo engendra al sátiro de Penelope, esposa de Odiseo, quien se encontraba perdido en el mar. Otras fuentes cuentan que fue producto del coito entre Penelope y todos sus 108 pretendientes, lo que explicaría porqué Pan significa todo, en griego. Sin embargo, hay tantos mitos sobre su genealogía que se a llegado a considerar que su carácter de espíritu de la naturaleza precede a los dioses Olímpicos (los dioses patriarcales, culturales, de Grecia).
La referencia literaria más antigua que se tiene de Pan, se le relaciona con una diosa madre, a veces Rhea (diosa madre de Minos) o Cybele (madre montaña en Anatolia). El dios pastor se convirtió en el dios de la naturaleza salvaje, aquel que manda y dirige al rebaño en el mundo desconocido. Debido a su significado, su culto fue siempre el de un dios rústico: se le adoraba en la naturaleza, cuevas, grutas o árboles, no en templos. Fue en Arcadia, una ciudad montañesa, donde se le adoraba principalmente para dar suerte a los cazadores que se adentraban al bosque.
Aegipan, padre de Pan, fue el dios cabra que junto con Amaltea (diosa del nutrir) crió a Zeus para que después pudiera destronar a Cronos y exiliar a sus Titanes en la Tatinomaquia. Según este mito, Pan (al ser despertado de un plácido sueño) soltó un grito tan terrible que asustó a los enemigos del dios olímpico y los obligo a retirarse, de donde nació la palabra pánico.
A diferencia del miedo o la fobia, el pánico debe entenderse más como un arma que como una aflicción. El pánico es el grito de guerra que el pastor lanza ante el caos, ante lo desconocido. Más aún, es el grito de un dios que ha despertado, alguien que se ha vuelto consciente. Es la palabra del iluminado que protege al rebaño, del mal.
Como explica Nietzche, solo alguien que ha conquistado su monstruo interior puede luchar contra otros monstruos. Pan es un dios salvaje, a veces incluso malvado, pero es su grito de pánico lo que detiene a los Titanes, dioses incluso más peligrosos que la naturaleza inexplorada, dioses provenientes del Caos, de tiempos donde el Orden no había sido todavía instaurado.
Uno debe hacer paz con su propia maldad, para dominarle y utilizarla para el bien.
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