viernes, 11 de enero de 2013

La Droga del Cosmos

Tengo un problema. Tengo docenas de ellos, pero hoy quiero hablarles de este: nada es suficiente.

No lo digo en la forma en que un adolescente rebelde sin causa acusa al "Hombre" de querer controlar su vida.

Lo digo en la forma, en que he leído tanto de mitología, de astrofísica, de cosmología, fisica cuántica, metafísica, ocultismo, historia, y psicología colectiva, que las pequeñas historias ya no me mueven.

¿En que le afecta a la energía obscura el trío amoroso de un medico y dos enfermeras?

¿Que diferencia hace en el conciente colectivo la superación personal de un drogadicto del ghetto?

¿Como se refleja en el multiverso una pelea de pandillas en una escuela de mala fama?

¿En que le afecta a los dioses las triviales riñas mortales?

¿Para qué?

Todo lo que no sea cosmogónico (cosmica, espiritual o psicologicamente) se me antoja liviano. Todo lo que no proponga un nuevo argumento sobre las reglas con las que se maneja el universo me parece redundante.

¿Cuantos Romeos y cuantas Julietas tenemos que seguir soportando? ¿Cuantas damas y cuantos vagabundos? Son las mismas historias, cambian solo nombres y lugares. Y al final todo queda igual, ondas infinitamente pequeñas en un oceano infinitamente grande.

Por eso mi obra tiene que ser magistral, holística. Un paquete completo que calme el caos objetivo y subietivo en la busqueda de una respuesta cosmogónica. Debe ser ciencia ficción y a la vez fantasía. Debe ser un tratado filosófico y a la vez una detallada descripción del sandwich que un personaje secundario está por disfrutar.

Por eso es tan dificil empezar. Las vagas ideas rondan mi mente, puedo clavarme una hora a las 4am imaginando emocionantes escenas en mi me te que puedo incluir en la historia, pero al despertar, me parecen arroces despreciables.

En mi enfermizo fetiche con la cosmogonia, me propuse contar la historia del universo entero, guerras angelicales, dragones, piratas, mesías, robots, alienígenas, dioses, demonios y cosas peores. Es una enorme maraña de hilos desordenados, es dificil encontrar el correcto para empezar a hilar la cuerda de la trama. ¿Y si dejo una hebra olvidada?¿Y si con el tiempo encuentro un color hermoso que no pude incluir en la cuerda por mi afán de terminarla? 

Ella tiene un enorme talento para la poesía. Me asombra, casi la envidio. Yo olvidé que se siente sacar a pasear a un personaje en una vereda con destino incierto.

"No le tengas miedo, relaja la mano, suelta el lapiz."

El mayor terror de un artista es una hoja en blanco, tantas oportunidades para errar...

Y yo tengo un universo en blanco. Cientos de historias archvadas esperando solamente su apropiada articulación. Pero debe der grandiosa. No soportaría ver el sueño de mi vida olvidado en un librero en un tianguis.

Me esfuerzo tanto por hacer una analogía de la fisica cuantica y la astrofisica en mi historia... que cada vez que aprendi algo nuevo debo actualizarla. 

¿Que tal si descorcho el vino ante sxe que este lo suficientemente añejo?

Y mi problema es que por fanatizarme con la cosmogonia, ya no puedo darle esos toques triviales y personales a mis cuentos. Eso que hace a un lector identificarse.

Ese es mi problema para escribir. 

¿Como recuperar el amor, por lo trivial?